La pequeña vida de Juan

En una noche aparentemente tranquila se escuchó un grito de dolor y muerte en el pueblo de Pirané. Ya hacia catorce días que agonizaba, El dolor y el sufrimiento mezclaban.
Esa noche se débil cuerpo de dos años se quejó y dijo que no aguantaría más. Sus pulmones no soportarían más esa enfermedad. Seguramente si el hubiese estado bien alimentado y la salud pública, que era la única a la que podia acceder, hubiese tenido los medios para atenderlo, hubiera sobrevivido. Pero la mixtura entre desnutrición y poca atenciñon medica da por recultado la muerte.
Todo hubiera quedado en una simple resfrío pero su sistema inmune no estaba en condiciones de aguantar nada y esa leve enfermedad se transformó en una tuberculosis, que poco a poco, fue destruyendo susu pulmones de infante.
Los papás de Juan, quienes trabajaban en la zafra algodonera, vivian con menos que lo básico. Comían salteado y casi siempre viajaban en camiones destartalados a Chaco para trabajar en durante la cosecha. El salario que percibian no alcanzaba para nada, apenas si podían comer un guiso con pocos nutrientes. Alberto y Juana tenían veinte y diecisiete años por eso también eran victimas de abusos por parte de sus malvados y despiadados patrones.
Esa noche lúgubre, carente de estrallas y con el reflejo de luna que apenas ayudaba el brasero a iluminar ese triste clima que se vivia dentro de la casa.
En un cuarto hecho con chapas oxidadas y con una colchon tirado sobre la tierra yacía el en su lecho de muerte. Comenzó con jadeos y emanaba sangre de su boca luego de grandes inspiraciones vamas y convulsiones. Cayó muerto, su corazón y sus pulmones, así como todo su cuerpo, se habían detenido para siempre, el sufrimiento de Juan había terminado pero el precio que pagó fue muy alto para un niño de dos años, la muerte.


Bueno este cuento que se me ocurrio surgue, como toda la literatura, de la realidad.
En nuestro país hay muchos Juan y lo peor es que nadie hace nada por terminar con esta realidad tristemente celebre.

Ale